Introducción

Introducción

Guía de Desarrollo Humano Fidedigno /Tabla de contenido

Las premisas fundamentales de la Guía son que un “autoconocimiento” y “nada en demasía[1],” basados en un conocimiento válido y un actuar intencional, son los medios más efectivos para visualizar los problemas/situaciones que afrontamos y  forjar nuestra capacidad para tomar las decisiones vitales que  exige la vida, en ese momento, en los ámbitos  bio-psico-socio-emocional y espiritual(u ontológico) y, de esta manera, encontrar mejores caminos para impulsar nuestro crecimiento y desarrollo personal, dentro de las posibilidades y del potencial humano y socio-cultural con que contamos, cualquiera que éste sea: “llega a ser el que eres[2]”, será la máxima de la Guía.

 

Pretender el autodesarrollo hasta alcanzar aquello que podemos llegar a ser, implica desarrollar nuestras capacidades para sentir, pensar, valorar, expresarnos emocionalmente y, sobre todo, atrevernos a actuar, asumiendo riesgos moderados, ante las situaciones que afrontamos en la vida. Si hemos de actuar eficazmente en la vida, necesitamos desarrollar nuestra capacidad para pensar estratégicamente; es decir, desarrollar una forma de pensar en la que sea prioritario crear un ajuste o interacción eficaz en nuestra relación con nosotros mismos, con quienes convivimos y, en general con nuestro entorno –el mundo que nos rodea-  y que, con ese propósito en mente, podamos precisar las acciones pertinentes para estar, en la medida de lo posible, en las condiciones más favorables para acercarnos a aquellas metas personales que, en ese momento, en ese “aquí y ahora,” consideremos como vitales porque nos darán un bienestar y un significado que nos hará encontrar un sentido, en cada momento, en la vida. Será como encontrar la manera eficaz para que nuestras intenciones se “materialicen” en el entorno en que vivimos, considerando, desde luego, los principios de una ética social pertinente; es decir, una ética cuyo principio fundamental sea la consideración y el respeto a la dignidad de las personas y, en la medida de lo posible, también a la naturaleza o medio ambiente.

 

En este sentido, se pretende que este texto se constituya en una guía en la que se analicen conceptos, principios, esquemas o modelos y algunas técnicas[3] o procedimientos que pueden utilizarse para aprender a solucionar “el problema estratégico” que, en cada momento, se nos plantea en la vida. Cuando se habla “de nuestro problema estratégico” se hace referencia, precisamente, a la situación de cómo podemos crear un ajuste o interrelación eficaz individuo-entorno, propicio para potenciar el autodesarrollo y, en la medida de lo posible, propiciar también el crecimiento y desarrollo de las personas con las que nos interrelacionamos, bien sean éstas en el ámbito familiar, social o con compañeros en las distintas esferas vitales en que nos desenvolvemos cotidianamente.

 

La guía está destinada a personas que tienen un genuino interés en su autodesarrollo, pero no será, ni un libro académico, ni un libro de autoayuda, sino que, al menos esa sería nuestra intención, se ubique hacia el centro de un eje entre esos 2 extremos. En consecuencia, será una guía “teórico-práctica” en la que se revisen algunos temas básicos derivados, principalmente, de la filosofía, la antropología, la sociología, la psicología y  la psicoterapia (o counseling)  con un enfoque humanístico existencial  y se analicen algunas técnicas (procedimientos) eficaces para promover y  facilitar un autoconocimiento fidedigno pertinente, como está inscrito en el oráculo de Delfos, a la entrada del templo de Apolo, en Grecia, que prescribe: en una de sus columnas, “conócete a ti mismo” y, en la otra, “nada en demasía”.

 

Como se menciona antes, la Guía es teórico-práctica y, en consecuencia, en cada tema se tratará de mantener un equilibrio que contemple los elementos siguientes: conceptos, principios, esquemas o modelos, técnicas o procedimientos prácticos sobre los temas que se tratan y, cuando sea pertinente, se incluirían actividades prácticas (o ejercicios) vivenciales para estimular el proceso de acción<->reflexión<->acción  que constituye la columna  vertebral del enfoque que se propone en la Guía, como método de trabajo, aprendizaje, conocimiento y autodesarrollo. Al final se incluyen un conjunto de instrumentos y prácticas vivenciales que pueden utilizarse para promover el autoconocimiento y desarrollo de las personas en grupo y se recomiendan unas lecturas selectas breves que nos parecen relevantes y que pueden ser muy útiles para ampliar la comprensión de los temas que se van tratando en el texto. Incluye, asimismo, un conjunto de citas que pueden ser útiles al lector que desea profundizar en la comprensión y conocimiento de los temas de la Guía.

[1] Aquí se hablará de técnicas, pero sería más preciso, en el lenguaje actúaL, decir instrumentos o herramientas. Sin embargo, en el contexto de la Guía, de utilizar herramientas, nos parecería como algo un procedimiento mecánico y en el desarrollo humano la situación es diferente.

[2] Inscripciones en las columnas del Templo de Delfos de la Grecia antigua

[3] Frase atribuida a F. Nietzsche por Rüdiger Safransky (20130), ¿Cuánta verdad necesita el hombre?, Colección Ensayo, Tusquets Editores, Ciudad de México.

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1. Desarrollo Humano